
Ahora sí, el cerdo es un poco vago. Se pasa el día sin hacer nada. En vez de aprovechar el día para leer y ser algo el día de mañana, no: prefiere revolcarse y aplicar su hocico en el pringoso suelo que pisa. Así nunca conseguirá que no se le llame cerdo.
El cerdo es el animal que más nombres tiene: cochino, verrón, puerco, gorrino, marrano, chino, chancho (¡anda, como llamamos a mi primo!), gorrín, porcachón... Todos ellos desagradables y peyorativos. Hora va siendo ya de llamar al cerdo con otros nombres más agradables: María Luisa, Tomás, Teobaldo, Anselmo, Sidonio...
El primo hermano del cerdo es el jabalí.
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